
Es hora de admitirlo. Me chiflan los dulces.
Y si se trata de una Carrot Cake… ¡todavía más!
Es una de mis preferidas por su textura, por ser uno de los postres más saludables que hay… y por que el primer ingrediente son las zanahorias, y el segundo las almendras.
Es un postre con el que también podrás preparar porciones individuales, y así llevártelo donde quieras, porque se conserva muy bien durante dos o tres días.
La receta que os voy a proponer es muy sencilla (siempre sale bien), ligera y sabrosa. En casa la preparamos también para desayunar y así empezar el día con una sonrisa.
El típico Carrot Cake suele llevar un frosting de queso para que sea todavía más jugosa e increíble.
Os paso mi propuesta para este fantástico topping…. para los días de fiesta.

INGREDIENTES
- 130 g de Azúcar moreno.
- 3 Huevos enteros.
- 400 g Zanahorias trituradas.
- 200 g Almendras trituradas.
- 50 g de Aceite de oliva Virgen Extra.
- 100 g de Harina de espelta o trigo.
- 1 Sobre de Levadura en polvo.
- 1 Pizca de sal.
- Ralladura de 1/2 limón.
INSTRUCCIONES
- Precalienta el horno a 180ºC.
- Limpia y tritura las zanahorias.
- Tritura las almendras.
En la batidora…
- Bate los huevos con la sal y el azúcar.
- Añade el aceite y mezclar.
- Añade la harina, la levadura y la ralladura de limón y mezclar.
- Vierte toda la mezcla en un molde desmontable, forrado con papel de horno,
¡Si prefieres porciones individuales, también puedes hacerlo en un molde para magdalenas! - Déjalo cocer durante unos 35-40 minutos, con calor arriba y abajo.
